La revolución cubana y sus repercusiones no han terminado. En la actualidad, aún siguen haciéndole daño a la isla.
Las dictaduras que el país ha sufrido a lo largo de los años, siguen provocando que el pueblo cubano padezca sus consecuencias.
La revolución cubana y sus repercusiones, una historia que nunca acaba
Los dirigentes políticos de los últimos tiempos han cambiado la manera de denominar al sistema que ejercen. Sin embargo, el régimen dictatorial sigue vigente y parece ser que así continuará por más tiempo. No importa cuál sea el nombre bajo el que se conozca, en esencia continúa siendo lo mismo.
Los ciudadanos cubanos confían en un futuro mejor, donde no padezcan las consecuencias de este sistema que oprime y dicta. Muestran su rechazo, pero sus esfuerzos no obtienen resultados.
Que este tipo de gobierno alcanzara el poder no es de extrañar. El pueblo, desde su buena fe, siempre quiso evolucionar y crecer como nación con el fin de mejorar sus condiciones de vida. Esto les hizo confiar en aquellas personas que les prometieron tales objetivos. Sin embargo, esto nunca llegó a suceder, pues los ciudadanos vieron cómo se sumergían en un régimen totalitario que solo beneficiaba a las altas esferas.
La represión, una dramática consecuencia
Los ciudadanos cubanos llevan muchos años padeciendo los efectos de la represión. Esto supone una dramática consecuencia porque Cuba podría ser un país referente en todo el mundo.
Los recursos con los que cuenta el país suponen una riqueza inmensa que está siendo desperdiciada. Las dictaduras no traen nada bueno y Cuba no es una excepción. Tras el sangriento régimen de Fidel Castro, el país se ha sumido en una cuesta abajo que nunca cesa.
Por supuesto, quienes ostentan altos cargos no se ven inmersos, sino que es el pueblo quien paga las consecuencias. Si bien es cierto que este lucha contra su destino día a día. Levantar la voz ante las injusticias cometidas, y las que se siguen cometiendo, es imprescindible para visualizar el objetivo de un futuro mejor.
Que la revolución cubana y sus repercusiones tienen consecuencias, y los habitantes de la isla son quienes las pagan, es un hecho que no podemos negar.
La lucha contra el Comunismo
Este sistema político ha proporcionado sufrimiento y disgusto a un pueblo que está cansado de padecer. Callar no es una opción y la ciudadanía levanta su voz contra un régimen que oprime y castiga.
El Comunismo busca el bienestar de la población, pero en el caso de Cuba no ha sido entendido, no se ha querido entender, como debería. Los políticos lo han aprovechado para enriquecerse y llevar la buena vida que le niegan al resto de su pueblo. La crisis en la que los ciudadanos de a pie se encuentran sumidos no cesa ni se vislumbra mejoría.
Las carencias que sufre el pueblo cubano son desmesuradas:
- No se puede optar a un empleo digno
- No hay acceso a una buena educación
- No existe abastecimiento de artículos básicos
Además de que la rebelión en contra de esta precariedad comporta consecuencias drásticas que van desde la violencia hasta la detención, pasando por la tortura e incluso la muerte en los casos más graves.
La esperanza que no se pierde
La esperanza de sobreponerse de la repercusión sufrida por este régimen totalitario es una virtud que el pueblo cubano tiene y no debe perder.
Un país lleno de recursos, una riqueza cultural única y unos parajes naturales incomparables llenan esta isla maravillosa. No debemos dejar de luchar por un futuro mejor, un futuro en el que todos nuestros tesoros sean conservados, aprovechados y disfrutados de la manera que merecen.
Somos conscientes del problema derivado de la revolución cubana y sus repercusiones y, precisamente por ello, seguiremos alzando la voz.